• Fundamentos y principios del pensamiento crítico

Por Marina Capello-FSN-La Plata

Sus principios ideológicos y políticos

El pensamiento crítico toma relevancia y se evidencia en un momento histórico determinado, concretamente con la teoría social de Marx (1818-1883), quien, para realizar un estudio y análisis de la sociedad burguesa, recupera y utiliza la herramienta de la crítica, siendo fundamental y concluyente la misma en su perspectiva teórico-metodológica. Ya en sus textos de juventud el pensador alemán expresa: (…) La crítica implacable de todo lo existente, implacable tanto en el sentido de que la crítica no se asusta frente a sus resultados ni mucho menos frente al conflicto con los poderes existentes (…) (Marx, 2008: 89).

Se enuncia así que el pensamiento crítico es por naturaleza pensamiento histórico, debe apelar al conocimiento histórico para develar el presente, en tanto resultado de procesos complejos, interpelar así los argumentos posicionados en la naturalización de las relaciones sociales, que conciben a la sociedad capitalista como eterna y perenne.

Desde aquí, el pensamiento crítico es un pensamiento radical: “tomar el problema por la raíz “plantea Marx, “y la raíz es el hombre mismo”, con lo cual ,a lcomprender, explicar y contextualizar históricamente todos los procesos existentes, el pensamiento crítico deviene en radical porque se encuentra con el hombre real: “el hombre no es un ser abstracto agazapado por fuera del mundo. El hombre es el mundo de los hombres, el Estado, la sociedad. Este Estado, esta sociedad.”(Marx,2008:95)

Para poder develar la injusticia y la desigualdad se hace necesario ir a la raíz de los fenómenos ,buscar sus causas ,hurgar en lo profundo, en lo insondable de los procesos y no solo en su superficialidad, en sus apariencias, sino escudriñar, sin concesiones, las razones y los mecanismos por los cuales se suceden los hechos históricos :la explotación, la dominación, la opresión entre los hombres (VegaCantor,2012).

El intelectual con pensamiento crítico toma conciencia sobre la realidad, superando el sentido común y el saber convencional que las teorías del orden hacen prevalecer en las ciencias sociales y en la filosofía, principalmente en lo referido al saber convencional que proviene de las instituciones académicas.

La crítica no es una crítica “vulgar” o de rechazo sobre el conocimiento ya existente, muy por el contrario, la crítica revisa ese conocimiento acumulado a partir de un examen riguroso de sus fundamentos, de sus límites, de sus condicionamientos, develando sus contradicciones, realizando un examen de sus contenidos a la luz de los procesos históricos reales. (Cappello, 2012)

El pensamiento crítico no es un pensamiento abstracto, contemplativo, estático, sino un pensamiento abierto, dinámico, que se reconstituye y reelabora permanentemente, que recupera y se consolida en diálogo con los múltiples movimientos emancipatorios que se suceden en la historia.

 

Así es como se nutre y enriquece, por ejemplo ,con los diversos movimientos ecologistas que día a día crecen a nivel mundial, connotando un pensamiento anticapitalista en sus análisis de carácter científicos y políticos, sobre la situación ecológica contemporánea, preocupados por la situación ambiental en el mundo–producto de las iatrogenias que se evidencian en el desarrollo de la ciencia y de la técnica en pos dela acumulación del capital y de las guerras imperialistas que se suceden- analiza no solo la relación capital-trabajo sino también hace hincapié en el análisis de la relación capital-naturaleza, denunciando la tragedia ambiental que esto conlleva.

 

Un pensamiento crítico que también se expresa en las luchas y sus consecuentes contribuciones teóricas del feminismo, cuando se cuestiona al patriarcado, el sometimiento de la mujer y todos sus componentes de opresión, tan instalados y naturalizados en la esfera de la producción social pero también y principalmente en la esfera de la reproducción social de las relaciones sociales, en la reproducción acrítica dela vida cotidiana, considerando la importancia y relevancia que tiene problematizar principalmente sus aspectos culturales e ideológicos.

 

Un pensamiento crítico que se suma a la lucha anticolonialista que durante siglos batallaron los pueblos originarios contra distintos imperios que invadieron y saquearon continentes enteros, fundamentalmente en Asia, África y América Latina. Revalorizando y recuperando en clave teórica-política los múltiples procesos revolucionarios, principalmente desarrollados en el siglo XX, como los procesos delucha antiimperialista del México de Zapata, la Nicaraguade Sandino, la Cuba de Martí, entre otros.

Podríamos decir que el pensamiento crítico se inaugura solo a partir del proceso de lucha por parte de las clases explotadas. Pensar la práctica, reflexionarla, a la luz de los acontecimientos de la realidad efectiva, su estructura, sus mecanismos de dominación, significa develar y determinar cuál es la fuerza social que protagoniza y participa en esa relación de dominación. Obligando para ello a la recuperación, revalorización y reivindicación de la actividad práctica política de las masas, del proletariado, en otros términos de las clases subalternas,los no-propietarios[1].

 

Es interesante colocar aquí, los aportes que realiza Sánchez Vásquez(2003)sobre el pensamiento crítico desde la filosofía de la praxis. ¿Cuándo un pensamiento deviene en pensamiento crítico? Cuando reconoce y se ocupa efectivamente de la fuerza histórica real -el proletariado-, y a partir de allí se replantea la relación entre el objeto y el sujeto, entre la teoría y la práctica, entre la conciencia y el ser. Entendiendo que no hay una identidad entre las mismas sino una distinción que propicia una relación, una unidad real, donde no se reduce el ser al pensamiento o la práctica a la teoría.

 

Hay un condicionamiento material de las ideas, que si bien tienen un papel fundamental en el desarrollo histórico, por sí mismas las ideas no expresan la fuerza motriz de la historia, las ideas expresan necesidades e intereses reales. Marx plantea:“las ideas no pueden ejecutar nada. Para la ejecución de las ideas hacen falta loshombres que pongan en acción una fuerza práctica.”(Marx, 141:1971).

 

Sánchez Vásquez sintetiza en tres cuestiones fundamentales el pensamiento crítico al considerarlo como una praxis. La primera cuestión es preguntarse cuál es el elemento activo que transforma la realidad, afirmando que no es la actividad teórica o el pensamiento crítico en sí mismo, sino la acción de los hombres.

La segunda cuestión es acerca de quiénes son los sujetos del cambio histórico, postulando que no se trata del intelectual crítico sino de la clase trabajadora (en sus múltiples expresiones) en el devenir de su desarrollo de conciencia “en sí”al“para sí”.

Y tercera y última cuestión ,revisando cómo se ejerce la actividad del pensamiento crítico siempre desde la práctica ,no escindiendo la teoría de la práctica, en tanto la práctica es la unidad de la relación histórica objetiva y de la acción real consciente de los hombres, actividad que deviene objetiva y subjetiva a la vez:

“(…) La práctica no habla por sí misma, los hechos prácticos tienen que ser analizados, interpretados, ya que no revelan su sentido a la observación directa e inmediata, a una aprehensión intuitiva. El criterio de verdad está en la práctica, pero solo se descubre en una relación propiamente teórica con la práctica misma(…)”(SánchezVásquez,2003:174).

Se establece una relación dialéctica entre ambos, un doble movimiento entre teoría y práctica donde de lo que se trata es de suprimir y superar –en un movimiento de aufheben- el mundo objetivo en el que se encuentran los no-propietarios, las relaciones de producción, la propiedad privada, el Estado, de lo que se trata en definitiva es de propiciar transformaciones de ese mundo tanto en el plano del pensamiento como en plano de la vida real.

Repensar críticamente la realidad implica revisar las ideas dominantes que imperan en la sociedad, asumiendo que los relatos legitimadores y justificatorios del capitalismo se“espiritualizan” o internalizan en las clases subalternas, quienes se ven imbuidas y sujetadas a un modo de pensar y sentir desde las categorías intelectuales y morales del opresor(Borón, 2008).

Marx examinó desde el pensamiento crítico de su teoría social esos mecanismos con los cuales la burguesía estableció su supremacía, la cual constituye su cosmovisión al considerar sus intereses particulares como un interés universal, cosmovisión que–principalmente- opera en el plano ideológico, político y cultural, en tanto elementos constitutivos, necesarios y funcionales al capitalismo, que invierte y oculta los procesos de explotación. En referencia a la configuración de las ideas dominantes, el autorreflexiona en su texto “La ideología alemana” (1846):

Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes de cada época; o dicho, en otros términos, la clase que ejerce el poder material en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material, dispone, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le sometan, por lo general, las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para la reproducción espiritual. Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas; por lo tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante son también las que confieren el papel dominante a sus ideas. Los individuos que forman la clase dominante tienen también, entre otras cosas, conciencia de esto y piensan a tono con esto; por eso, en cuanto dominan como clase y encuanto determinan todo el ámbito de una época histórica, se comprende que lo hagan entoda su extensión y, por consiguiente, entre otras cosas, también como pensadores, como productores de ideas, que regulen la producción y distribución de su época; y que sus ideas sean, por sí mismo,las ideas dominantes de la época[2]”(Marx,1973:38-39).

Se abre un escenario para la batalla de ideas, comprendiendo que las mismas no son autónomas o independientes de las condiciones sociales que imperan en un momento histórico determinado.Se conforma una“intima conexión entre ideas y proceso histórico” (Borón, 2006; 36), donde las clases subalternas, desde innumerables intentos emancipatorios de los pueblos,portan y reconstruyen un pensamiento crítico-revolucionario,bregando por romper sus ataduras ideológicas,culturales,políticas,económicas y sociales en las cuales se encuentran sometidos.

No cualquier crítica es pensamiento crítico, en ese sentido, Lenin (1981) plantea la necesidad de la teoría revolucionaria para explicar la verdadera naturaleza y los fundamentos de la sociedad capitalista,para entonces sí proporcionar las guías y alternativas necesarias para su radical transformación. Por lo tanto, lo que distingue el pensamiento crítico de cualquier otro pensamiento es su perspectiva,e lpunto de vista de clase desde la cual se formula la crítica, (nos referimos aquí al protagonismo y rol que encarna la clase trabajadora en la propia emancipación humana).

Expresa Lenin en el “QuéHacer”:

“(…) la famosa libertad de crítica no significa sustituir una teoría con otra, sinoliberarse de toda teoría integra y meditada, significa eclecticismo y falta de principios.Quien conozca por poco que sea el estado efectivo de nuestro movimiento, veráforzosamente que la vasta difusión del marxismo ha sido acompañada de cierto menosprecio del nivel teórico. Son muchas las personas muy poco preparadas,e incluso sin preparación teórica alguna, que se han adherido al movimiento por sus ignificación práctica y sus éxitos prácticos.(…)Si hace falta unirse–escribía Marx a los dirigentes del partido-, pactad acuerdos para alcanzar los objetivos prácticos del movimiento, pero no trafiquéis con los principios, no hagáis“concesiones”teóricas(…)Sin teoría revolucionaria tampoco puede haber movimiento revolucionario.” (Lenin,1981:134)(Cursivasdelautor).

En síntesis, la crítica conlleva el pensar junto al actuar, una praxis que aludiendo latesis onceava de Marx significa que “no solo se debe interpretar al mundo sino de lo que se trata es de transformarlo”(Marx,1957:714).

[1]Nos remitimos a la categoría ontológica de no-propietarios reconstruida por Marx que recupera Iñigo Carrera: “…lo que define a los obreros como clase es su posición de no propietarios de sus condiciones materiales de existencia, imposibilitados de reproducir su vida más que como atributo del capital, sometido a la clase propietaria del capital […] los expropiados de condiciones materiales de existencia que deben vender fuerza de trabajo” (Iñigo Carreras, 2003:6).

[2]Lascursivassondelautor.