Etapas del Movimiento Nacional Histórico

Fecha de Publicación: 07-12-2025

Por Francisco Ramos-FSN- CABA

Entendemos al Movimiento Nacional histórico, aquel que nació con la rebelión de Tupac Amaru II en el Virreinato del Perú en 1780. Un Movimiento sudamericano patriótico, mestizo y anticolonialista que más tarde hechó raíces en el Río de la Plata, con las milicias populares que defendieron estas costas de las dos invasiones británicas a comienzos del siglo XIX, y continuaron con la generación de Mayo, la Independencia y las batallas por la emancipación continental con San Martin y Bolívar como nuestros más grandes Libertadores.

Acto seguido, el partido morenista murió con Moreno asesinado en alta mar. El dorreguismo terminó con Dorrego fusilado por Lavalle. El Yrigoyenismo murió con Don Hipólito y la continuidad del Movimiento Nacional (MN) desde 1943 con el peronismo, murió el 1° julio de 1974. Luego de la Dictadura oligárquica del 76, el justicialismo sin Perón perdió por primera vez las elecciones, y en los 90 se reconvirtió en menemismo, adelantada especie de laboratorio liberal con el voto popular. Ya en este siglo XXI el Kirchnerismo fue un nuevo intento, una nueva etapa del MN proveniente del levantamiento popular del 2001, que quedó trunco con la muerte de Néstor y prosiguió unos años más con la señora Cristina Fernández.

Por lo tanto, podemos reivindicar la acción de Tupac y lo hacemos, de San Martin, Yrigoyen y Perón, pero no hay yrigoyenismo sin Yrigoyen, ni peronismo sin Perón. Pasado los años, sólo han quedado sus expresiones partidarias, aparatos que nacieron en oposición al sistema de su época y hoy son parte de lo mismo que intentaron combatir.

No se trata de declarar la defunción del Movimiento Nacional, sino de superar aquellas etapas que han cumplido su ciclo y ya no volverán, en todo caso, es el mismo MN quien se encargará de resurgir de sus cenizas, cual Ave Fénix, en una nueva etapa, con nuevos líderes y lideresas nacidas de sus propias entrañas, para establecer un método y un programa actualizados y necesarios, que vuelva a representar los intereses de todo el pueblo trabajador. Es un proceso histórico que se está dando de forma subterránea, como pasó con los anteriores, desde muy abajo, juntando bronca y experiencia, con períodos de retroceso, a la defensiva y en resistencia, hasta que va tomando fuerza, conciencia y organización. Nos vamos juntando y encontrando, como un mar de fueguitos, al decir de Galeano, preparando la fogata que encienda otra vez las ilusiones y utopías, que incendie las viejas estructuras, que arda la Memoria de la lucha, de tanta sangre derramada a lo largo de la Historia popular. Y que podamos corregir y superar los problemas y límites que las conducciones burguesas de todas las etapas anteriores nos llevaron al fracaso, una y otra vez. Repetir las buenas recetas para desmonopolizar la economía, auditar y desconocer la Estafa Externa, parar la fuga y la sangría de recursos, recuperar el transporte, los servicios públicos y un Estado empresario como motor del desarrollo nacional, con una recuperación total del salario real, camino al pleno empleo en una economía planificada con respeto a la naturaleza y de absoluta consulta, integración y decisión de todos los sectores populares y nacionales. Y descartar aquellas recetas foráneas de oligarquías locales que siempre terminaron imponiendo su lobby y su terror, por no confrontar, por estancarnos en vez de avanzar, por temer más a la ofensiva del pueblo organizado, que al mismo enemigo. Nunca Mas a la teoría de la convivencia con el enemigo, eso de no hacer olas para no despertarlo nunca funcionó, al contrario, nos ha desmovilizado y permitido su retorno con diferentes medios, a veces más violentos, otras, más culturales como ahora. Debemos incorporar estas enseñanzas históricas para que la próxima etapa del MN surja sin vicios antidemocráticos y con un claro objetivo estratégico: Soberanía para Siempre - oligarquía Nunca Mas!