• El pseudo periodismo y la "dictadura cubana"

Por María Rita Ciucci - FSN-7/4/2025

Tomando unos mates, pienso en lo que escuché y leí en estos días…

Hay algo que me da vueltas y vueltas y no logro comprender. No entiendo el modo en que se repiten hasta el hartazgo los lugares comunes, frases hechas y remanidas, casi anacrónicas, de los discursos hegemónicos respecto a Cuba.

Tuve el privilegio de conocer Cuba, y perdón por lo autorreferencial.  Pude recorrer escuelas, hospitales, la universidad de La Habana, de hablar con cubanos de diferentes lugares. Una realidad compleja, muchas necesidades generadas por el bloqueo, que a pesar de contar con el repudio internacional y decisiones institucionales de las organizaciones de naciones, se sostuvo implacablemente. Vi muchas cosas, pero nada parecido a una dictadura. Dictadores tuvimos nosotros aquí, mercenarios y sanguinarios, formados en los campos de entrenamiento estadounidenses y franceses, para replicar la vergüenza de Argelia. Fuimos la única dictadura que emuló al nazismo con los campos de concentración y exterminio. Enajenó al país, devastó la industria, la educación, la salud…Dictadura fue la de Pinochet…y otros cuantos.

Sinceramente, no entiendo. Los periodistas que fueron fotografiados en centros clandestinos de  detención, cómplices de la dictadura más feroz del siglo XX, hablan de la “falta de libertad del régimen cubano”, poniendo “patas arriba” la realidad. EEUU da cátedra de democracia. ¿Cuántos países invadió Cuba? ¿Cuántos bombardeos llevó a cabo? ¿Cuántas dictaduras financió?  ¿En cuántos países destruyó ciudades enteras para apropiarse de sus recursos naturales?

A veces tengo la sensación de que estamos discutiendo si las órbitas son elípticas o circulares, si el átomo es susceptible de ser dividido, si Sarmiento mató al Chacho Peñaloza, si Roca es responsable de la matanza de los pueblos originarios, cuestiones que se resolverían con sólo leer un poco de historia, poner entre signos de pregunta las afirmaciones del sentido común…y mientras tanto, miles de niños son arrojados fuera del sistema. Sin educación, sin salud, explotados mediante el trabajo infantil o sexualmente por las redes de trata, o cocinados sus pequeños cerebros por las drogas-basura, o en el peor de los casos, como proveedores de órganos. Nada de eso pasa en Cuba.

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