• ¿Votamos o no? Y si votamos ¿ a quién?

    La mayoría de las listas son alianzas electorales que no representan a los fretes sociales, a las multisectoriales a todos los sectores arrasados por las actuales políticas.

Fecha de Publicación: 24-08-2025

Por Arnando Benitez-FSN-Chaco

En las próximas elecciones de Octubre 2025 los argentinos deberemos votar por diputados nacionales en todos los distritos y por senadores an algunas provincias.

Los cargos en disputa son 127 en diputados y 24 en senadores.

De acuerdo a los resultados en diputados LLA podría aumentar sus bancadas, tanto en senadores como en diputados, con lo cual le sería más fácil a Milei seguir gobernando como hasta ahora o inclusive apretar el acelerador en la entrega.

Ante esta situación muchas dudas se plantean, en general la podriamos dividir en principio en votar y no votar.

El no votar tendría tres variantes: a) no concurrir a votar; b) votar en blanco y c) anular el voto.

El ir a votar tendría dos variantes: a) votar al menos malo y b) votar a una lista testimonial (la izquierda por ejemplo).

El votar al menos malo seria para no ser “funcional a la derecha”, votar para frenar al gobierno.

Para algunos no existe ninguna alternativa con futuro, puesto que no se votan políticas ni programas, sino figuras definidas entre dirigentes y la mayoría no representa esperanzas para la mayoría.

Se repiten candidatos, que ya fueron electos para distintas representaciones o que ocuparon cargos de relevancia, salvo las pocas excepciones.

El votar al menos malo, algunos piensan que es seguir engordando el desaliento y la desesperanza, aún está muy fresca en la memoria de que el gobierno de Alberto Fernandez y la candidatura de Massa facilitarón la irrupcion de Milei.

Por otro lado votar a listas testimoniales, como la izquierda trotkista por ejemplo es abonar una alternativa sectaria en la representación social y en la que también se repiten algunos nombres.

La mayoría de las listas son alianzas electorales que no representan a los fretes sociales, a las multisectoriales a todos los sectores arrasados por las actuales políticas.

Nadie siquiera promete revisar la Deuda Externa y ni se habla de la deuda interna (salvo las excepciones). Es el FMI que exije que le sigan chupando la sangre a los trabajadores jubilados y a los trabajadores en actividad, estén en blanco o en negro.

Es el FMI y los grandes capitales financieros los que quieren quedarse con todo nuestro patrimonio natural, que para ellos sólo son recursos naturales que les darán más riquezas y acrecentarán su poder.

En el FSN creemos que podemos seguir construyendo la unidad, cual quiera sea la postura electoral de las personalidades o agrupaciones que la integran, lo principal es ir construyendo ese programa de intereses comunes.

Y esa construcción respeta la participación representativa, algo que ahora brilla en la mayoria de las alianzas o partidos tradicionales, es que el modo de construcción debe ser distintivo de lo nuevo, dado que las últimas experiencias político-sociales han sido cooptadas por el sistema capitalista, el individualismo y el personalismo se enseñorea en la mayoria de las ofertas electorales.

Aún propuestas denominadas “progresistas” han caido en las alianzas que les propuso la politiquería, en las que se esconden enemigos del pueblo como lo son los “padrinos” del narcotráfico.

Hoy cuando hablan de candidaturas de lo primero que se trata es de quien va a poner la plata para la campaña, no importa la representación, por más genuina que sea, ¡sino tenés 50 millones de dólares para la campaña ni sueñes con la presidencia!

El sistema electoral de esta seudo democracia se ha privatizado totalmente y los resultados están a la vista, nos preside un personaje que no tenía ni siquiera un pequeño partido, lo hizo comprando algunos de los tantos sellos que la justicia electoral permite que subsistan aún sabiendo que son para el comercio electoralista. Es que la justicia también participa del proyecto de la plutocracia financiera que nos domina.

Una construcción genuina del pueblo necesita tiempo y mucha creatividad, porque el aparato desarrollado por el sistema es tan grande y poderoso que está desechando las institucionalidades que antes le servían empezando por la estructuras de la ONU.

Hoy la influencia de las relaciones de fuerza internacionales pesa mucho más en las realidades locales, pero el pueblo, sobre todo las juventudes no pierden las esperanzas de un mañana mejor.

Respetemos en estas próximas elecciones la sabiduría popular, en las realizadas hasta ahora el abstencionismo ha sido un mensaje, que no lo favorece en lo inmediato, pero es la prueba de un proceso de concientización en el que es posible aportar.