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Un goce de clase
Por Francisco Ramos-FSN-CABA
Los dueños del poder, de la Nación Argentina, de sus tierras, sus bancos y empresas no sólo gozan de su alta posición económica, viajando a Europa o Miami cuando quieren en sus propias mansiones, comiendo los mejores manjares y bebiendo los mejores vinos, viviendo en sus barrios cerrados y "countrys" (así, en inglés, como a ellos les gusta), vistiendo las mejores pilchas, usando los mejores coches, helicópteros y aviones privados. No sólo disfrutan de sus obscenas fiestas privadas, nunca privadas de alcohol y drogas, sino que, como todo eso no les es suficiente, gozan con la carencia ajena.
Y no hablamos tan sólo de los títeres políticos que son los fusibles que usa la oligarquía para avanzar aún más con el saqueo, me refiero principalmente a los que no se exponen y prefieren no ser noticia, los Rocca, Bulgueronis, los Blaquier, Roemmers, Brito, Bagó, Galperin y Eurnekian, en fin, los Elstain de la vida...
Esta autopercibida "raza superior" de explotadores conciben inferiores a todo aquel que no está en su círculo de poder y descartables a aquellos rotos que no "sirven" ni siquiera como consumidores.
Por lo tanto, como ellos son aristocráticos, el trabajo sucio lo hacen otros, antes eran los milicos con los golpes de Estado, ahora son estos políticos neoliberales, libertarios que con leyes o DNU, legalizan su goce adicional de crueldad y perversidad.
Esta clase, o casta como le dicen ahora para esconder esa palabra, no sólo derrocha su fortuna en gastos suntuarios, sino que necesita despreciar a los "inferiores" y eliminar a los "descartables". Ellos no son el Estado, nunca lo fueron ni lo serán, porque no necesitan de él más que para seguir alimentándose como sanguijuelas.
Ellos no usan los hospitales públicos, ni las escuelas, colegios y universidades públicas, no necesitan ayuda alguna de ningún tipo, ni remedios, ni lugares deportivos y de recreación públicos, tienen sus prepagas, van a colegios privados, tienen sus clubes privados de golf y polo, ¿porqué se van a preocupar que todo eso exista? No sólo no les interesa, sino que son gastos que deben recortar para desviarlos con otros fines.
El Estado es el pueblo, del pueblo y para el pueblo, porque nosotros si necesitamos acceder a una salud pública de calidad, a educación en todos sus niveles, que trabajadores y jubilados tengan un ingreso digno para vivir, ¿pero claro todo eso para que lo quiere la oligarquía?
Y ese goce de despreciar al pueblo lo completan con la persecución y la represión de los que se resisten solo a sobrevivir. Allí es donde entra en acción la parte de la violencia explícita sin más camuflaje que los ostentosos uniformes de las fuerzas de seguridad que golpean, gasean y detienen a enfermeros, docentes, jubilados y toda aquella "lacra" que se les pare de manos contra su plan de entrega y miseria. En ese escenario violento a cielo abierto se ve el disfrute de los agentes que disparan cartuchos de gas al cuerpo y palazos a los jubilados, y el goce de quienes controlan el operativo en pantallas gigantes y por televisión los garcas auténticos comiendo majares en sus mansiones.
En una obra maquiavélica del más carente sentido humanista y con el mismo desprecio de Mitre y Sarmiento, Cavallo o Milei, por los hijos de este pueblo empobrecido pero luchador, hambreado y rebelde, ¡nunca vencido y que nunca vencerán!
Nota en audio debajo