DOCUMENTO DEL 2DO. PLENARIO NACIONAL FSN SEPTIEMBRE 2024
El crecimiento del Frente, desde su fundación a fines de 2019 y los aportes de diferentes sectores en lucha, hicieron de nuestra organización un cuerpo consolidado en la defensa de la Soberanía Popular en sus diferentes manifestaciones, en todo el territorio nacional. Así asumimos la lucha por nuestra vía troncal del Río Paraná, contra: la megaminería, el agronegocio fumigador, la instalación de bases militares extranjeras y por la soberanía política, económica, tecnológica y alimentaria, en definitiva asumimos la defensa de nuestros bienes naturales comunes y los derechos soberanos de nuestro Pueblo.
El presente documento es el producto de un mes de debates en Comisiones temáticas con una gran participación de un buen número de miembros del Frente por la Soberanía Nacional de varias provincias de nuestro país.
El debate en Comisiones fue el trabajo previo de producción de los documentos para su discusión final en el 2do. Plenario Nacional del FSN, llevado a cabo en modalidad virtual durante una jornada completa. La resultante es este Documento Final compilado con tres de las cuatro áreas, a saber:
Documento de Politica Internacional - Nacional, Documento de Soberanía Económica, Documento de Comunicación y Cultura.
Es nuestra intención que este sea un humilde aporte al debate y propuestas para toda la militancia y organizaciones del campo popular.
Nos asumimos como un Frente esencialmente antiimperialista, anticapitalista, antipatriarcal e internacionalista, que lucha por la Soberanía Integral de nuestra Nación y de toda la Patria Grande.
I) INTRODUCCIÓN
Este segundo Plenario Nacional FSN ratifica el contenido político de nuestro Documento Fundacional del Primer Plenario Nacional Presencial y de la segunda Declaración del FSN (marzo 2024).
En aquel primer documento del FSN remarcamos algunos de los vicios colonialistas de la cultura neoliberal del enemigo, impuestos en la sociedad, como el individualismo, la competitividad, la flexibilidad del mercado laboral, y el consumismo. En esta ocasión queremos revalorizar la recuperación de una de las virtudes populares más importantes, como es la mística revolucionaria de nuestro pueblo y de todos los pueblos que luchan por su liberación.
Nada de lo que podamos analizar, debatir y proponer tendrá alguna posibilidad concreta de llevarse adelante sin esa entrega, sin ese espíritu revolucionario que el enemigo ha tratado de apagar y que nosotros mismos, en gran medida, hemos perdido. Ya ni siquiera mencionamos la necesidad imperiosa de culminar la revolución inconclusa en la que estamos inmersos como pueblos dominados de todo el continente por el Imperialismo anglo – sionista que sigue considerando y tratándonos como su patio trasero.
Con esa perspectiva de audacia y rebelión, que viene de la resistencia de nuestros pueblos ancestrales, pre existentes a la Conquista europea, de quienes reivindicamos su cosmovisión del cuidado de la vida y el planeta, aportamos algunos análisis en torno a la política Internacional del rumbo global de los últimos tiempos.
II) ACERCA DE LA SOBERANÍA POLÍTICA
ANÁLISIS INTERNACIONAL/NACIONAL
1ra. Parte: Internacional
En este primer cuarto de siglo la hegemonía mundial del Imperio Yanqui y sus aliados de la OTAN ya no es la misma que a la salida de la Guerra Fría, por el fuerte surgimiento de otros polos de poder con sus propios desarrollos e ideologías, que viene creciendo, asociándose y disputando las políticas imperiales del otrora “gendarme del mundo”.
El crecimiento industrial y tecnológico de China, el gigante asiático, hacia adentro y afuera es innegable y le viene ganando la guerra comercial mundial al decaído Imperio Yanqui. El liderazgo chino en su planteo de un nuevo mundo Multipolar en transición se viene concretando a partir de su alianza estratégica con Rusia, desde los BRICS ampliados y la división del mundo islámico en su favor. La artillería para demoler la influencia mundial del dólar estadounidense, con los acuerdos para intercambios comerciales en otras monedas, es un disparo en la línea de flotación del Imperialismo.
Ha quedado más que claro que los organismos mundiales, como las Naciones Unidas, el Banco Mundial y el FMI, creados en el siglo pasado después de la Segunda Guerra y mucho más aún tras la caída de la Unión Soviética, han servido exclusivamente a los planes imperiales de los EEUU, Inglaterra, la UE y su gran aliado, el artificial Estado Terrorista de Israel.
En medio de este plan mundial de exterminio de población en el que, para el capitalismo financiero global, sobramos la mitad de los habitantes del planeta, el Imperio tiene sus lacayos en cada uno de los países periféricos. Concreta esas políticas de dominio, esta vez sin invasiones directas ni dictaduras cívico militares, sino por medios electorales, como consecuencia de un gran bombardeo cultural, infiltrando nuestras cabezas con su lógica de control y opresión, a través de la usina mundial de la mentira y el miedo, que significan los grandes Medios y el auge de las redes digitales de Comunicación y desinformación al servicio del poder dominante.
Asimismo, los triunfos electorales de la ultraderecha y la derecha en general también obedecen a las frustraciones derivadas del fracaso del progresismo en la resolución de las necesidades más imperiosas de las masas, tras la oleada neoliberal de finales del siglo XX.
Como consecuencia de esa pérdida de poder global, cada vez más evidente, el enemigo Imperial se vuelve aún más feroz y peligroso contra lo que considera su “patio trasero”. Nuestra América constituye su base de operaciones hacia donde se repliega y, además, se apresta a disputar nuestros cada vez más valiosos bienes comunes contra nuestros pueblos y también contra China. Aún conserva a una Europa subordinada y gran parte del petróleo de Medio Oriente (una de las razones de ser del Estado terrorista de Israel).
Contra el ascenso del fascismo y la derechización del mundo Occidental hay otro mundo que resiste. El freno que Rusia le impuso a la OTAN en su pretendido avance sobre Moscú con la guerra de Ucrania, la resistencia del pueblo palestino ante la masacre del sionismo asesino, la rebelión de países africanos como Burkina Faso, Mali y Níger contra la dominación colonialista francesa, el triunfo electoral de la izquierda marxista en Sri Lanka, la resistencia del heroico pueblo cubano contra 60 años de bloqueo injusto e inhumano, la vigencia de la revolución Bolivariana en Venezuela, la dignidad de los pueblos nicaragüense y hondureño, y el ejemplo de lucha cívica en Colombia, Bolivia y Brasil, son signos de una clara resistencia popular de ese espíritu revolucionario y antiimperialista histórico que levantamos y destacamos.
Se hace imprescindible entonces, que América Latina y el Caribe empujen al Imperio a una caída mortal de su poder colonial, con Unidad de lucha por nuestra definitiva Independencia, y oponer al “patio trasero” una Patria Grande y Soberana, configurando un nuevo Polo de poder mundial, no para dominar a nadie sino para dejar de ser dominados.
Por último, este FSN condena, repudia y rechaza absolutamente toda política de injerencia directa o indirecta del imperio yanqui-sionista contra cualquier Nación del planeta, la masacre del Estado Terrorista de Israel contra el valiente pueblo palestino, y declaramos nuestro ferviente apoyo al pueblo y gobierno cubano y venezolano que marcan el camino de la dignidad soberana de toda Latinoamérica morena.
2da. Parte: AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
América Latina: Patio trasero del Imperio o gran Patria Americana.
Reafirmando lo expresado en nuestro Primer Plenario Nacional Presencial respecto a la caracterización de la situación en nuestro continente, vemos que desde entonces han ocurrido cambios importantes, y pasaremos a definir los más destacados.
No tenemos duda alguna de que la posición correcta es la primera, y que Lula y Petro cometen un grave error. Peor aún: Lula, reuniéndose con Boluarte para dar cátedra democrática a Venezuela, “olvida” que ella es fruto de un golpe de Estado y está absolutamente deslegitimada para tal cometido. Es probable que esto tenga relación con la alianza electoral que permitió llegar al gobierno a Lula. Más complicado es entender a Petro, sin desconocer el peso de tener siete bases militares de EEUU en su territorio. De todos modos quedó claro que en esta circunstancia Venezuela está resultando un parte aguas para los distintos posicionamientos en nuestra región y por supuesto en nuestro país, donde Milei y Massa están con el tercer grupo y Cristina con el segundo.
Apoyamos el Congreso antifascista mundial convocado y organizado por el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
Revalorizamos los organismos continentales sin la participación de EEUU como la CELAC y la UNASur, y dar fuerza a la creación del Banco del Sur. Exigimos el inmediato retiro de la República de Cuba de los listados de países terroristas.
Reclamamos el respeto de los DDHH en los países de América Latina y el Caribe. Denunciaremos su violación en todos los organismos internacionales utilizando todas las herramientas a nuestro alcance.
En síntesis, podemos reafirmar lo expresado en nuestro documento del Primer Plenario, que América Latina y el Caribe siguen siendo, y con mayor razón aún ante el deterioro de EEUU, un territorio en disputa, en medio de un panorama internacional crecientemente conflictivo. Y que en este marco, es decisivo lo que se pueda lograr en la unidad de todos nuestros pueblos, apoyándonos en los gobiernos que mejor representan esta necesidad, hacia esa Patria Grande Plurinacional y la liberación de nuestro continente. Acompañamos todas las redes populares contra hegemónicas que luchan por la Liberación e Independencia en nuestro continente.
“Toda Revolución al final es una Revolución cultural”
Juan José Bautista Segalés
3ra. Parte: POLÍTICA NACIONAL ARGENTINA
Caracterización del gobierno nacional
Entendemos que el gobierno de Milei responde a la plutocracia financiera internacional; es esencialmente colonialista, antinacional, antipopular y pro imperialista, alineado expresamente con EE.UU. e Israel, conservador, concentrador, extractivista, con rasgos fascistoides y gobierna favoreciendo sólo a los sectores más ricos ligados a la mencionada oligarquía financiera.
Aplica un PLAN GLOBAL DE EXTERMINIO, de miseria planificada, profundizando la pobreza y la mayor desigualdad. concentra la riqueza en cada vez más pocas manos, desalienta el desarrollo industrial, intenta eliminar las PYMES, desfinancia el sector público, la salud, la educación, la obra pública, tiende a privatizar las empresas del Estado. Aumenta la dependencia y avanza en la destrucción del Estado. Para ello está decidido a aumentar y aplicar todas las leyes represivas. (Ej: el protocolo de Bullrich) para disuadir la rebeldía y la protesta social en la calle.
Paralelamente destruye o ignora todo el andamiaje jurídico e institucional y la misma Constitución Nacional, por ejemplo con la Ley Bases y el DNU, a los que pretende darle jerarquía constitucional.
Las redes sociales con su ejército de trolls, han incidido en la subjetividad de las personas. Inundando las plataformas digitales con fake news y discursos de odio.
El proyecto de Milei está sostenido por un puñado de grupos económicos, fondos de inversión y empresas multinacionales que requieren de una Argentina primarizada provocando destrucción del desarrollo industrial alcanzado con incorporación de nuevas tecnologías y de cambios en las formas de producción y de trabajo. Por lo tanto, se cierran empresas con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo.
El gobierno nacional se propone:
Desarticular el Estado-Nación: Con una reforma estructural de los poderes del Estado y lo que queda del viejo Estado de Bienestar con su rol de regulación, de distribución de la riqueza y ampliación de derechos. Este desmontaje le sirve para dejar librado a los grandes negocios, las riquezas del país.
Atacar al federalismo desconociendo lo establecido por la Constitución Nacional, no distribuyendo los recursos que corresponden a las provincias.
La territorialidad no existe para el capitalismo financiero, por lo tanto debe ser eliminada de la subjetividad colectiva y reemplazada por la ilusión de la “ libertad “. Las instituciones de la democracia burguesa tampoco le sirven al capital concentrado e internacionalizado y deben eliminarse. A esto le llaman Anarco-capitalismo.
Tiene una idea y un sentido diferente de lo que es la Patria y lo Nacional. No le importa la soberanía porque lo fundamental es la destrucción de lo “común” que hasta ahora nos contuvo: lo “común” de la Patria. Implica un despojo de la soberanía en todos los niveles y de los mejores valores que tenemos como sociedad.
El gobierno nacional pretende:
En definitiva, se trata de cambiar las estructuras sociales, económicas y políticas (es una nueva manera de hacer lo que intentó la dictadura con el genocidio).
Frente a la destrucción de la Patria, la resistencia es insuficiente; se necesita autodefensa activa. Ambas requieren organización de distinto tipo. La resistencia puede ser pasiva. La autodefensa es siempre activa. Esto es una cuestión fundamental en esta etapa.
CARACTERIZACIÓN DEL CAMPO POPULAR
Sobre la representación política y la construcción del FSN
Analizando los distintos períodos de auge y repliegue del campo popular en nuestro país y su agotamiento; con un peronismo que está dejando de representarlo, con el progresismo posibilista de una dirigencia que plantea diferencias en el ámbito político, pero no en lo económico estructural, sin la voluntad política para profundizar los cambios y que es parte responsable de las frustraciones y desesperanza popular, además de los propios errores, corroboramos que la representación política está en crisis: Los partidos tradicionales- las alianzas- los partidos de izquierda, los independientes, muestran una gran fragmentación política.
Por otro lado, los movimientos sociales, las cooperativas - el MOCASE- los pueblos originarios, los sectores empresariales CAME y CGE, todos ellos son expresión de la gran diversidad del campo nacional y popular afectados por las políticas de este gobierno, que pueden confluir al FSN. La clase trabajadora, aún en esta nueva y fragmentada composición, es permeable al modelo de un Frente muy amplio.
Nuestra sociedad tiene un enorme legado de luchas y experiencia de organización que lentamente empiezan a resurgir. El feroz ajuste del actual gobierno a los sectores populares en nombre de la “reducción del gasto público”, de “lograr el déficit cero” y sobre todo el ajuste y despojo a los jubilados y jubiladas, está visualizando una resistencia similar a la década del noventa, que devenga en la organización necesaria que represente legítimamente a esos sectores.
Sobre lo electoral:
La experiencia de tantos años tratando de generar adhesión consciente a un proyecto socialista con trabajo territorial, propaganda, marchas, hasta ahora de poco sirvió.
La izquierda no fue capaz de hacerlo, sin embargo Milei llegó sin nada de aquello. Sólo con una estética, un discurso, medios de comunicación tradicionales y virtuales y el sustrato social apropiado. La sociedad de hoy no es un caldo de cultivo para las ideas socialistas.
Se ha perdido como alternativa de cambio; no está en el imaginario social. (Por el contrario cuando Milei machaca en contra de “los zurdos, el progresismo, el colectivismo y la noche negra del populismo” va construyendo “un nuevo sentido común” apuntando a descalificar al campo nacional/popular como corrupto y decadente). Pero la idea de cambio es una necesidad de la sociedad que ha desembocado en la elección fallida del gobierno actual.
El FSN necesita una mística con nuestros valores y un horizonte de liberación y el Buen Vivir tiene esa mística (la de los pueblos originarios). Es un sistema de creencias; una nueva forma de vida que debe disputar con la nefasta narrativa de Milei.
III) SOBERANÍA CULTURAL Y COMUNICACIONAL
La política puede ser caracterizada como una relación social a través de la cual se pueden establecer relaciones de dominación (entre personas, entre instituciones y colectivos, entre naciones, entre clases, entre sexos/géneros). Tales relaciones de dominación generan a su vez resistencias que desafían y contestan tales formas opresivas. Son múltiples y conocidos los ejemplos: el capitalismo, el patriarcado, el racismo o el colonialismo son formas de ejercicio de un poder de dominación que tiene múltiples y diversas formas de contestación.
Gramsci ha complejizado la noción de poder a través de los análisis sobre el papel de la cultura, los intelectuales y la subjetividad en la construcción de la hegemonía, advirtiendo que quienes ejercen el lugar de gobierno no se fundan en la mera coerción, sino que construyen un consenso o sentido común que habilita la reproducción de esas relaciones sociales jerárquicas.
Un breve diagnóstico
La financiarización de la economía, la entrada en juego de nuevas tecnologías y los cambios en las formas que adquieren los modos de producción generados por ésta, tanto en el país como en el planeta, requieren de una Argentina primarizada y resometida a los dictados de los fondos de inversión.
Tenemos un capitalismo que está en una fase de rapiña en todos los órdenes: rapiña natural, social y cultural, obviamente asociada con los procesos de privatización. Es un proceso de apropiación de bienes comunes limitados y del saber acumulado de la humanidad, por grupos cada vez más concentrados.
Estamos ante una reorganización en todos los planos de la vida: en lo social, económico, político, cultural y en la construcción de subjetividades. Todos esos planos se fueron transformando gradualmente en las últimas décadas, pero en los últimos meses dieron un salto cuanti-cualitativo. Esta reconfiguración de la realidad y de nuestra percepción de la misma, comprende modificaciones muy importantes en nuestra percepción del tiempo y el espacio.
A su vez, el desplazamiento de grandes sectores de la población al cuentapropismo y la economía informal, han producido una base de sustentación económica al cambio cultural que resulta caldo de cultivo al individualismo y la pérdida de ubicuidad de amplios sectores que, desplazados de la producción industrial clásica, afrontan su supervivencia desde actividades “independientes”.
Baste mencionar que en los años 70, con una población total de 27 millones, había en el país algo más de 2 millones de trabajadores industriales. Hoy, con casi el doble de población, tenemos aproximadamente la misma cantidad de trabajadores de ese sector y en constante baja.
Si convenimos que las formas que adopta la economía se corresponden con un determinado sistema político que intenta eternizar esas relaciones de producción y el poder de los grupos dominantes, debemos concluir que la definición de nuestro sistema como DEMOCRACIA BURGUESA resulta inadecuada. La inexistencia de la división de poderes, la utilización desembozada de los mecanismos institucionales del Estado para encaramar a los ricos en el poder político y desmontar en los hechos las garantías constitucionales y todo un cuerpo de leyes, dan cuenta del dominio de los poderes financieros como poder real e institucionalizado del Estado. Creemos que la definición de PLUTOCRACIA FINANCIERA corresponde hoy al sistema económico que describimos antes. La palabra DEMOCRACIA, vaciada de su contenido original, es usada por el poder como parte de la dominación en un ejercicio lingüístico de apropiación de un término antes valorado por la sociedad para llenarlo de un contenido distinto. En esta tarea tiene un rol central la comunicación y la cultura que ella abona e impone.
Existe una pérdida de centralidad del Estado-Nación y esto es clave en la asociación de las redes corporativas y criminales con fracciones del Estado, es decir, en la articulación entre lo público y lo privado así como entre lo legal y lo ilegal, que ocurre tanto en la economía como en la política. Hay una articulación entre estas dos esferas. Podríamos decir, en muchos casos, que este entrecruce entre las redes criminales (como las narco-mafias) y las redes políticas, ocurre porque reciben un mutuo beneficio. Las redes criminales que, como todas las grandes redes de poder de la actualidad, son supranacionales requieren la protección de políticos y jueces dentro de los Estados-nación para funcionar sin contratiempos y multiplicar sus ganancias; al mismo tiempo, son útiles a los políticos no sólo para su enriquecimiento personal sino sobre todo para el financiamiento de programas ilegales, e incluso de sus campañas, más allá de los límites permitidos. Esto se vincula con la proliferación de las violencias que tenemos que pensar como público-privadas, a pesar de que se nos presentan, sobre todo a través de los medios de comunicación, como violencias privadas. Las mismas, que adquieren niveles belicistas (supuesta guerra al terrorismo o al crimen organizado) amplían las atribuciones violentas del Estado, sus funciones represivas.
No existe pues la DEMOCRACIA ni siquiera de baja intensidad como se la quiere nombrar. Sólo existe la formalidad electoral cuyo resultado está garantizado por el fuerte embate de la formación de subjetividad y sentido común por un factor fundamental de la cultura como es la comunicación. No hace falta insistir sobre el poder de las redes y las nuevas tecnologías en el área.
En ese sentido, la política educativa como ejercicio de un poder (o de varios poderes en convergencia y conflicto) así como la política educacional entendida como una disciplina científica, constituyen una esfera fundamental del análisis. Ambas dimensiones de la política abordan la cuestión de la dirección que un Estado –permeado por múltiples fuerzas, presionado por actores diversos y antagónicos– imprime a su sistema educativo.
Desde nuestro punto de vista, tal orden ha sido señalado como motor amplificador de la desigualdad social, de la crisis medioambiental y ecológica, de la predominancia de un régimen especulativo de acumulación de capital, de la exacerbación de las lógicas racistas, patriarcales sexistas y violenta a partir de una concepción ética que ensalza al egoísmo y la competencia. El neoliberalismo como proyecto hegemónico no ha sido, sin embargo, producto de una fatalidad de la naturaleza sino una construcción histórica. Hay sujetos, responsables y decisiones que van generando consecuencias y trazando trayectorias individuales y colectivas. La actual crisis orgánica y multidimensional se proyecta, también, en el campo educativo.
En este marco, el feminismo interseccional es una corriente del feminismo que reconoce que la opresión y la discriminación no se dan únicamente en términos de género, sino que están interconectadas con otras formas de opresión, como la raza, la clase social, la orientación sexual, la identidad de género, la religión, la discapacidad, entre otras. Esta perspectiva reconoce que las experiencias de opresión y discriminación son diversas y múltiples y que se entrelazan de maneras complejas e interdependientes.
El emprendedurismo, incluso fogoneado por las políticas públicas y las políticas de trabajo exento de cualquier formalidad como los contratos basura; el monotributo para captación de impuestos a sectores medianamenteinformales y hasta la subvención a la llamada economía popular, configuraron un escenario ideal para la propagación de un sentido común ligado a la individualidad. Alejados del trabajo colectivo que supone una actividad de base en la industria, un lugar en la producción proclive a los sentimientos de solidaridad, de pertenencia a un grupo y de necesidad de la colaboración, estos sectores fueron caldo de cultivo de las propuestas individualistas. Allí hacen pie los medios de comunicación y las redes.
Esto es posible en una plutocracia financiera disolvente, en correspondencia con un capitalismo especulativo de tasas de interés, commodities, extractivismo y dominación cultural de un lado, y cuentapropismo, trabajo informal, contratos basura, pobreza clientelizada y burocracia sindical desapoderada del otro.
Por añadidura, en el caso de nuestro país, una plutocracia dependiente de los poderes financieros transnacionales. De allí la creciente presencia de la cuarta flota en nuestro país, fuerza militar garantía de los intereses de los fondos de inversión.
Nuestra propuesta
Los medios de comunicación, que producen signos y subjetividades, están en el centro, en la médula de esta nueva configuración y la construcción de subjetividades afines a ella. Lo que producen los medios no es un “reflejo” de realidades existentes, ni siquiera una distorsión de las mismas, sino una suerte de construcción de la realidad a partir de verdades a medias o bien de falsedades abiertas que, sin embargo, logran constituir como verdades y, de hecho, funcionan socialmente como “verdad”. Es decir, logran armar una verdad virtual y hacerla jugar como verdad efectiva. Este es un tema central en la lucha política actual.
Siendo esto así, la comunicación es tan importante para los grupos de poder como, correspondientemente, para nosotros. Ya no ocupa el lugar de reproducción de la ideología dominante del Estado burgués, sino una verdadera revolución cultural que pretende desarticular los paradigmas de la cultura anterior construida por la sociedad burguesa en un capitalismo dependiente pero productivo.
Y la principal víctima es la soberanía. No se puede establecer un sistema plutocrático si no se desarticula el sentido de Patria, y con ello la soberanía. Soberanía que fuera un principio de la democracia burguesa, tan enraizado aún en los países dependientes que todo lo disfrazaban como nacional y popular.
Para superar la colonialidad del saber, es necesario desafiar y desmantelar esa construcción hegemónica y trabajar para crear una sociedad más justa e igualitaria que valore y respete la diversidad cultural y étnica.
Muchos sostienen que hay una contradicción en los discursos de las derechas “libertarias” cuando no reconocen derechos relacionados con la soberanía de los cuerpos en el contexto de género y sexualidad. En realidad, cuando proclaman la defensa de las libertades individuales, están aludiendo a la libertad de mercado. Eufemismo que oculta el hecho que los “sujetos” a los que se refiere y cuyos intereses defiende, son corporaciones transnacionales.
En ese sentido, el feminismo interseccional es una herramienta importante para la lucha contra la opresión y la discriminación en todas sus formas, y para la creación de sociedades más justas y equitativas que valoren y respeten la diversidad cultural y étnica. La soberanía cultural es fundamental para este proceso, ya que implica la reivindicación y el respeto por las culturas y saberes de los pueblos y sectores marginados, así como la eliminación de las estructuras de poder que los han oprimido y discriminado históricamente.
Así las cosas, la comunicación resulta un elemento estratégico en la resistencia y la autodefensa justamente porque es el ámbito desde donde ellos crean las condiciones para la aceptación de nuestro propio auto sometimiento. Y el mundo digital es en esta tarea el protagonista principal.
Sin embargo la misma herramienta, como toda herramienta, puede ser usada para lo contrario. Una aplicación de la frase de Lenin “Los capitalistas producirán la soga con la que serán ahorcados”.
Descolonizar significa hoy no sólo la recuperación de valores nuestros, claramente contrarios a los impuestos por el colonialismo, reconociendo el sincretismo inevitable luego de 500 años. Incluye el combate a las nuevas herramientas de dominación viabilizadas por las nuevas tecnologías de la comunicación. De alguna manera podemos ejemplificar que la dominación a sangre y fuego de antaño continuada por sangrientas dictaduras ya en la llamada democracia burguesa, es hoy reemplazada por los algoritmos que instrumentalizan nuestras mentes a favor del agente colonial.
Esto hace posible el fenómeno de la desinstitucionalización del Estado burgués que presenciamos porque ya no les es útil. Debe transformarse exclusivamente en un instrumento de los dictados de los fondos de inversión interesados en tal estructura sólo como garantía política de la realización de su proyecto económico. Tal y como entonces lo fue en la democracia burguesa pero desmantelado de todo atisbo de poder popular y de instituciones que garanticen otros derechos que no sean los de la plutocracia financiera. Esto incluye la desterritorialización, cuya expresión más clara es la disponibilidad irrestricta de territorios y riquezas naturales para la propiedad y explotación de empresas extranjeras.
En definitiva, se trata de la eliminación de todo tipo de soberanía, hasta la obturación total del sentido de patria.
Acciones básicas
¡Patria sí, colonia no!
IV) ACERCA DE LA SOBERANÍA ECONÓMICA
Ante todo, debemos destacar que el concepto de Soberanía (ejercicio de la autoridad) va ligado al de poder. Las propuestas que contiene este documento están supeditadas a que el Pueblo, unido, organizado y en lucha, dispute ese poder para ejecutar las acciones necesarias que lo lleven a alcanzar su felicidad. Entonces, estas líneas son, además, un llamado a la más amplia unidad en pos de ese objetivo.
La República Argentina, en este primer cuarto del Siglo XXI, no escapa al contexto internacional; es más, sus cada vez más valiosos y cuantiosos bienes naturales: agua, tierra fértil, plataforma marítima, recursos energéticos, petróleo, gas, hierro, cobre, oro, plata, litio, minerales raros, alimentos y forrajes, sumado a sus universidades y otros centros de estudios, su laboriosidad, etcétera, la ponen en constante disputa. La relación comercial actual con el mundo está basada en la exportación de bienes primarios e importación de insumos esenciales, bienes de capital y manufacturas diversas.
La agresividad de los Estados Unidos, como se destaca en el documento “Política internacional y nacional, ha devenido en extrema debido a su competencia con China y la debilidad de Occidente se demuestra en la creciente desdolarización (que arrastra al Euro) y a que USA ya no sea el principal motor de la economía mundial. China y los países del este asiático lo superan en su contribución al producto mundial y cobran cada vez más fuerza con los acuerdos que va logrando con el BRICS, entre otros.
En la etapa de financiarización del capitalismo, las inversiones en divisas ofrecen mayor rentabilidad que las realizadas en la economía real, son menos esforzadas y gozan de seguridades y protecciones especiales. Todo el engranaje está basado en deuda pública. De esta forma, la economía real avanza de manera desacompasada a su contraparte monetaria devenida en burbuja. Las derivaciones de lo expuesto son muchas, complejas y variadas. Un aspecto resaltado es la desventaja que tiene la inversión en la economía real (costo de oportunidad). Las corporaciones sólo invierten en áreas donde la renta es más elevada que en las finanzas (monopolios, alta tecnología, energía, armas…). Por su parte, el avance tecnológico reemplaza al trabajo humano -y la introducción de la inteligencia artificial acelerará este proceso-, con la particularidad de que el ahorro de esfuerzo no es distribuido equitativamente, sino que se ajusta por expulsión de trabajadores. En paralelo, el mercado muestra incapacidad para incorporar a los jóvenes, mujeres y desterrados tecnológicos. Hay un estancamiento/derrumbe del empleo registrado y en relación de dependencia, y un incremento del trabajo precario y sin derechos.
Más que una particularidad es una generalidad. La particularidad consistiría en el salto cualitativo de la generalidad de que el modo capitalista de producción, lejos de aliviar a la humanidad de los aspectos embrutecedores del trabajo, expulsa de la producción a quienes sustituye por capital constante; lo que, a su vez, en el largo plazo, disminuye en términos históricos su tasa de ganancia, que en lo inmediato y en el corto plazo lo sustituyen con la apropiación de la renta minera, agraria, financiera, etc.
Las consecuencias de la etapa en nuestro país son:
La deuda generada en el gobierno de Cambiemos, del Frente de Todos y de la Libertad Avanza, que pasó de 220.000 millones de dólares en diciembre de 2015 a 458.500 millones de dólares el 31 de agosto de 2024, condiciona al país, con el agravante de que fue obtenida para beneficiar a una minoría de la población que la fugó y solo reingresará parte de esa fuga si compra el trabajo nacional, sus recursos naturales, y activos a precio vil.
En su discurso de inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación del 1 de marzo de 2020, el entonces Presidente Alberto Fernández dijo que iba a investigar la deuda hasta las últimas instancias y, le solicitó al BCRA que hiciera un informe sobre la misma. Rápidamente se le requirió a los bancos quiénes y cuándo compraron divisas durante el gobierno de Cambiemos. El BCRA lo publicó el 20 de mayo de 2020, donde constaba que casi 6,8 millones de personas físicas y jurídicas (sociedades) adquirieron 86.200 millones de dólares, pero los 100 primeros que son empresas, habían comprado 24.679 millones de dólares en ese lapso.
Observando las Memorias y Balances de las cien empresas que compraron U$s 24.679 millones durante el gobierno de Cambiemos, ninguna contabiliza haber adquirido los dólares que figuran comprando en el Mercado Libre de Cambios, cuyas operaciones constan en los bancos que se los vendieron.
La AFIP debió haber llamado a los administradores de esas empresas, obligarlos a “abrir el balance” para que justifiquen la operatoria y multarlos por evasión fiscal.
Esa deuda no investigada pretenden pagarla con los recursos naturales que le pertenecen al pueblo argentino, a las actuales y a las futuras generaciones.
La propuesta se realiza de este modo porque la Argentina, en 2025, va a ser un país exportador neto de energía. Con eso se lleva el pago de la deuda hasta 2034 (año que vence el acuerdo con el FMI) o hasta 2054, por los 30 años de estabilidad fiscal a las empresas que otorga el RIGI (Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones). La cuestión es quién será el dueño de la energía y de los demás bienes comunes naturales.
La situación es crítica, pero es más un problema de liquidez que de solvencia. El FMI sabe que la Argentina cuenta con sólidos recursos patrimoniales y puede garantizar flujos de fondos, esencialmente por la explotación de Vaca Muerta y porque somos el tercer exportador mundial de soja y el cuarto de maíz; además existe el litio y los minerales raros, y se tiene una importante capacidad para producir bienes industriales, que en principio permite sustituir importaciones pero que, de desarrollarse, son competitivos internacionalmente. El problema y el condicionamiento están en la deuda externa.
Un país soberano debe saber defender sus bienes naturales, su trabajo, su producción y su inserción en el mundo, además de determinar la forma de producción más beneficiosa para el conjunto de la sociedad, para ello requiere de un Estado que interactúe con toda la población (y no con la minoría empresaria), que elabore un plan de gobierno y no considere el plan del FMI como propio. La Argentina tiene recursos suficientes para autoabastecernos dignamente y ser exportadores netos de los mismos. Somos un país superavitario comercialmente, como lo fuimos en todo lo que va del siglo XXI, donde las exportaciones desde el año 2000 superaron a las importaciones de mercaderías en 290.000 millones de dólares.
La solución al problema de la deuda genera siempre dos escenarios diametralmente distintos, con beneficiados y perjudicados, que son antagónicos y que es la verdadera brecha del país:
La visión que tiene el FMI, como principal acreedor y auditor de la deuda externa generada en la gestión de Cambiemos, obliga a cualquier Gobierno (que no rompa con ese modelo) a realizar un fuerte ajuste fiscal y reducir drásticamente la demanda interna (ajuste comercial) para que se generen saldos superavitarios (fiscal y comercial) y, de ese modo, poder pagar capital e intereses, sin importar el costo económico y social que esas medidas significan, es un modelo de exclusión social y de subordinación “carnal” con los EE.UU. que lo que pretende es una minoría rentista y parásita dependiente del exterior, que “dolariza” la ganancia en forma permanente, desligándose del costo interno mientras el grueso de la población sobrevive como puede. Si se cumple con el plan del FMI vamos a tener cada vez mayor dependencia con el capital extranjero, al que se le ceden a precio vil nuestros bienes naturales y se le delegan facultades que son propias del Estado.
La prueba palpable es el Proyecto de Ley de Presupuesto Nacional 2025, que modifica el orden de la formulación presupuestaria al disponer en el Art. 1º del proyecto, como regla fiscal, que el Sector Público Nacional deberá obtener a partir del Ejercicio 2025, y en todos los ejercicios subsiguientes, un resultado financiero equilibrado o superavitario (resultado financiero significa contemplar el pago de los servicios de la deuda bruta). La Regla Fiscal implica que frente a cualquier desvío en los ingresos proyectados que afecte negativamente el equilibrio financiero, los gastos deberán, como mínimo, recortarse en la misma proporción, esto significa, por ejemplo, que como afirma la UNICEF,, un millón de niños se acuesten sin cenar y sin saber de qué se alimentaron durante el día; que los jubilados perciban haberes por debajo de la línea de pobreza, y que aumente la desocupación y la marginalidad mientras el Estado no hace nada para remediarlo, dado que debe primero pagar los intereses y el capital adeudado, de una deuda que no se investigó.
La otra alternativa es propender a una reactivación del mercado interno y apuntalar el trabajo y la producción nacional y exige, como primera medida, suspender los pagos al FMI e investigar la deuda para determinar sus responsables nacionales y extranjeros. Hay que investigar la evasión fiscal y la fuga de capitales, que están estrechamente vinculados a la deuda con organismos internacionales. Si se impulsa la demanda agregada interna (consumo e inversión) seguramente habrá un corrimiento de precios por mayor demanda, pero impulsada por el mayor nivel de actividad y producción, que se espiraliza en un circuito virtuoso de mayor participación de los asalariados en el ingreso.
Al impulsarse el modelo de desarrollo del mercado interno y del capital nacional, se recupera la soberanía sobre nuestros bienes naturales, sobre nuestros puertos, y sobre la comercialización interna y externa, hoy liderada por grandes grupos monopólicos nacionales y extranjeros.
Cada abordaje genera dos situaciones diferentes:
a) Inflación: a’) Por dólar - a’’) Por consumo.
b) Modelos: b’) Por dolarización y renta - b’’) De producción y consumo.
c) Alternativa: c’) Extranjerización - c’’) Nacionalización de la economía.
En la sociedad actual, el proletariado, los empleados y los trabajadores registrados, aunque siguen siendo robados por el capital, constituyen un sector que, en medio de la pobreza imperante, se encuentra en mejores condiciones relativas que los trabajadores precarizados e informales. La fragmentación y división interna de la clase trabajadora (en un sentido amplio) dificulta la unidad de clase, e implica una pérdida de parte de su conciencia. Cuando el trabajo en relación de dependencia disminuye, quienes quedan afuera deben buscar otras formas de sobrevivencia.
Así, mientras la Multipolaridad abre oportunidades no vistas en décadas de historia argentina, la dirigencia perpetúa un modelo extractivista agroindustrial que nos ata a los caprichos de las multinacionales y de los grandes importadores y exportadores.
PROPUESTAS ECONÓMICAS, PRODUCTIVAS Y LABORALES:
1) Definición del Perfil de País.
Promover el cambio radical del actual modelo económico basado en el endeudamiento externo por otro basado en el ahorro interno.
Elaboración del perfil de país deseado y ejecución de un Plan para alcanzarlo.
El Programa debe ser armónico y evitar errores del pasado. Debe partir de las ventajas comparativas y agregarles valor (manufactura), desarrollar tecnologías y equipamiento para su realización. Se debe priorizar la sustitución inteligente de importaciones críticas. Promover la integración continental con los países de Nuestra América, con quienes tenemos una historia y un presente de opresión compartidos. Fortalecer la integración regional y el armado de cadenas de valor continentales. Sumarnos al BRICS ampliado. Contemplar los límites físicos del planeta para lograr una economía sostenible y socialmente justa que ayude a mitigar y combatir la actual crisis ecológica y sus consecuencias. Tender a desarrollar un modelo de producción agroecológico en reemplazo del modelo de agronegocios.
2) Prosperar sobre la base del crecimiento del mercado interno.
Para ello se debe generar un shock distributivo basado en el trabajo y la producción nacional. Es imprescindible poner el centro del plan en generar puestos de trabajo e impulsar el mercado interno y, para ello, es necesario preservar el valor de nuestro dinero. El Estado debe apropiarse de las rentas extraordinarias, recuperar las divisas fugadas, aplicar multas y sanciones a quienes evadieron y fugaron capital, y penalizar a los funcionarios que lo posibilitaron. Generar políticas que superen la primarización de la economía y favorezcan la sustitución de importaciones en áreas estratégicas. Este plan implica mecanismos de control de precios, aumento de salarios, ingreso asegurado para las tareas de cuidado y de reproducción de la vida.
Propender a la reducción de la jornada laboral, sin reducción de los salarios, como producto del desarrollo económico.
Masiva inversión productiva proveniente del ahorro interno, eliminando la fuga al exterior y disminuyendo el gasto suntuario.
3) Modificar la matriz productiva, dominada por los monopolios internacionales, que orientan la producción en función de sus intereses y no de las necesidades de las mayorías populares. Promover la formación de empresas estatales en áreas estratégicas (energía, transporte de mercancías y personas, producción de bienes esenciales para la producción industrial). Fortalecer leyes que eviten la concentración monopólica/oligopólica y reduzcan la basura tecnológica.
4) Acceso a fuentes de energía.
Nacionalización de empresas energéticas e implementación de tarifas adecuadas a las realidades regionales y las actividades productivas.
5) Acercar el consumidor al productor.
Crear alternativas al mercado concentrado para evitar la especulación, abuso de precios e intermediación estéril. Recrear un sistema de control similar a las Juntas Nacionales de Carnes y Granos. Establecer políticas tendientes a favorecer la seguridad y soberanía alimentarias. Garantizar alimentos saludables y a precio justo para todos. Desarrollar un mercado de consumo, alejado del modelo actual donde la oferta está concentrada y la demanda atomizada y confundida por prácticas de propaganda de las empresas.
6) Controlar las fronteras para evitar el contrabando.
7) Castigar la sobrefacturación de importaciones y la subfacturación de exportaciones, utilizada por las empresas monopólicas para fugar capitales.
8) Nacionalizar los puertos y el control de la circulación en las vías navegables.
9) Recuperar los ferrocarriles, la línea marítima de bandera, la flota de carga aérea y el rol histórico de Vialidad Nacional en el control de las comunicaciones terrestres.
10) Modificar el sistema de derechos de exportación a la producción agraria, reemplazándolo parcialmente por un impuesto a la renta potencial de la tierra (en línea con la Ley Giberti de 1973), que tenga en cuenta las distintas rentabilidades del suelo en las diversas regiones de nuestro país. Sistema diferencial que favorezca a los pequeños productores. Modificar la Ley de herencia favoreciendo la propiedad estatal y comunitaria en el territorio de la pampa húmeda.
11) Preservar el ecosistema/hábitat.
Recuperar suelos afectados por uso de agroquímicos. Priorizar el desarrollo de empresas nacionales de bioinsumos y materiales para la regeneración del suelo. Prohibir la tala de montes, bosques y humedales, y defender/recuperar la biodiversidad. Apoyar la Ley de Humedales promovida por la Multisectorial y las organizaciones populares, apoyar la Ley de Manejo del Agua promovida por la Iniciativa Popular “Agua para la vida”. El agua y los bienes comunes son sujetos de derecho y deben ser protegidos por Ley Nacional. Canalización de ríos para uso productivo (suelos secanos) sin dañar el ecosistema.
12) Facilitar el acceso a la tierra, para quienes quieran trabajarla en condiciones sustentables. Los modelos a priorizar son las cooperativas comunitarias y comunales con perspectiva agroecológica (sistemas y complejos colectivos). Promover políticas para favorecer la infraestructura (acceso al agua, caminos para distribuir la producción). Apoyo al proyecto de Ley de Acceso a la tierra de la UTT. Favorecer la producción de alimentos saludables y a precio justo para nuestra población.
13) Ley de minería sustentable.
Por la Constitución neoliberal de 1994, las provincias tienen potestad directa sobre sus bienes comunes naturales, por lo que es imprescindible una reforma constitucional que permita la nacionalización de los yacimientos, con control nacional de lo que se exporta. El agua debe considerarse imprescindible para la vida, por lo tanto, se debe declarar Derecho Humano el libre acceso a ella y de propiedad única del Estado, quien regulará su manejo y garantizará su pureza y potabilidad a través de los organismos que se creen a tales efectos.
14) Fortalecer el sistema de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) Tecnológica, facilitando su difusión a las empresas nacionales. El INTI, el INTA y las Universidades Nacionales deben fortalecer sus lazos con los pequeños productores en beneficio del aparato productivo nacional, y evitar que las grandes empresas se apropien del conocimiento producido en el sistema científico nacional.
15) El cooperativismo es una de las opciones más dignas para los excluidos. Su capacidad de sobrevivencia y viabilidad deviene de la no intencionalidad de obtener lucros que exigen las empresas de capital de riesgo. Las cooperativas son empresas, por lo que deben ser operadas en consecuencia, y su motivación es el trabajo. También se pueden explorar alternativas de cogestión.
16) Crear tecnología propia en lugar de limitarla por la problemática que supone su alto desarrollo.
17) Crear el Ministerio de Asuntos Marítimos y Fluviales.
PROPUESTA DE POLÍTICAS FINANCIERAS Y CAMBIARIAS:
Se deben tomar fuertes medidas en el área financiera y cambiaria para revertir la situación y que sean las entidades financieras las que se conviertan en funcionales a un sistema económico en crecimiento.
1) Declarar la Emergencia Cambiaria: Anular el Decreto 893/2017 y de esa manera restablecer el Decreto 2581/1964 de Emergencia Cambiaria.
2) Auditar a los grandes compradores de dólares desde la fuga de capitales de 2015.
No sólo contra los funcionarios que hicieron posible el endeudamiento y su fuga en ese período, sino que debe extenderse a las personas físicas y jurídicas que se beneficiaron con esa práctica. Hacerles pagar el impuesto a las ganancias por el monto de dólares que compraron, avanzar sobre las contabilidades paralelas y la evasión tributaria.
3) Nacionalización de la banca.
4) Se debe modificar la Ley 24.144 de Carta Orgánica del BCRA para no permitir que los d&